jueves, 24 de julio de 2008

La nueva Constitución "más verde" impide el desarrollo sustentable

Después de ver y oir al mandatario llamar a los ecologistas "fumoncitos" y "majaderas" al solicitarle que la refinería de Manabí no se construya en el Aromo, queda claro que el poder político ha utilizado al movimiento ecologista como fachada para en la práctica agredirlo y desconocerlo con hechos como la construcción de la refinería del Aromo, la construcción de Coca Codo Sinclair sin estudios ambientales, la entrada del país a la OPEP con el fin de acelerar la extracción petrolera a toda costa.

Pero las trampas en la nueva constitución de a poco se van evidenciando:

El Artículo 75 dice: que las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades tendrán derecho a beneficiarse del ambiente y de las riquezas naturales que les permitan el buen vivir.
Los servicios ambientales no serán susceptibles de apropiación; su producción, prestación, uso y aprovechamiento serán regulados por el Estado.

Se le quita a las comunidades la gestión de las reservas ambientales y se le da la propiedad y gestión al Estado, quitándoles a miles de familias fuentes de trabajo con proyectos ecoturísticos y de desarrollo sustentable, comunidades como Agua Blanca en Manabí, que dependen del desarrollo sustentable, el turismo comunitario y arqueológico ya no tendrán la gestión del proyecto con la ayuda de fundaciones, ahora será el gobierno el que administrará las reservas y delegará a las comunidades lo que a un funcionario del ministerio le parezca.

En el artículo 73 se dice que el Estado establecerá reparaciones en
casos de impacto ambiental grave o permanente, incluidos los ocasionados por la explotación de los recursos naturales no renovables, pero no dice nada sobre los impactos causados por el transporte, procesamiento, comercio y uso de los recursos naturales no renovables. El Estado se hace el loco de los derrames de oleoductos, de las fugas de los petroleros y del vertido de lodos y escorias de las refinerías.

La constitución hace del Estado juez y parte porque el Estado se reserva el derecho y gestión sobre los recursos naturales y además juzga en materia de desastres ambientales y determina los parámetros de remediación, pero sólo sobre la explotación y no sobre el transporte, industrialización, comercio y consumo de los recursos. El Estado se lavará las manos sobre los desastres ambientales tal como lo ha venido haciendo ahora sobre los derrames petroleros en el oriente y en Esmeraldas, tal como lo viene haciendo con la construcción de infraestructuras y en el vertido de desechos de las refinerías.

¡Que majadería de la Asamblea Constituyente!

jueves, 3 de julio de 2008

Video de bioremediación de minas

Este video muestra como las minas agotadas pueden reconvertirse de nuevo en áreas verdes y reservas. Incluso las minas pueden convertirse en atractivos turísticos para estudiantes, a la final, de las minas sale todo lo que luego usamos en la vida diaria.